El servicio se usa para fidelizar clientes. Pero no siempre se justifica: a veces termina provocando más dolores de cabeza que beneficios.
ENZO SCILINGUO
Con un simple llamado telefónico se puede solucionar una cena con postre incluido, llenar la heladera con el pedido del supermercado, comer comida chatarra o pedir un libro. Y sigue la lista. Hoy más que nunca, con el tema seguridad en la cima, el delivery se impone. Pero surge una duda: ¿hasta dónde se justifica para un negocio incurrir en el costo que demanda este servicio?
Ver mas... ¿Es negocio el delivery?
ENZO SCILINGUO
Con un simple llamado telefónico se puede solucionar una cena con postre incluido, llenar la heladera con el pedido del supermercado, comer comida chatarra o pedir un libro. Y sigue la lista. Hoy más que nunca, con el tema seguridad en la cima, el delivery se impone. Pero surge una duda: ¿hasta dónde se justifica para un negocio incurrir en el costo que demanda este servicio?
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