Dedicar la carta de nuestro establecimiento a un solo producto es una tendencia cada vez más común entre bares y restaurantes. Los nuevos establecimientos monoproducto son aquellos en los que un alimento o producto se convierte en la estrella de su oferta gastronómica.
Manzanas, croquetas, queso, jamón, huevos o albóndigas son algunas de las especializaciones y la razón de ser de algunos bares y restaurantes monoproducto. El cliente encuentra en estos locales un universo totalmente especializado y, muchas veces, el grado de satisfacción del comensal es superior al de un restaurante convencional, puesto que ya entra en nuestro local sabiendo que va a disfrutar de un producto que le gusta y eso siempre es una ventaja.
Muchos comensales buscan este tipo de establecimientos por la calidad de sus platos. El chef es especialista en el producto elegido y lo domina a la perfección, por lo que le resulta más fácil buscar la excelencia en sus propuestas gastronómicas. Y en consecuencia, también es más probable que se fidelice al cliente más rápidamente que en un restaurante convencional, donde la carta suele presentar una gran variedad de platos, algo que a la larga resulta poco eficaz.
Sin embargo, si nos decidimos a montar un restaurante monoproducto, deberíamos ser muy creativos en su oferta y ofrecer distintas posibilidades de comer el producto estrella de una forma especial.
La elección del producto depende de nuestra especialidad, pero es muy aconsejable que sea popular, conocido por los clientes y que ofrezcamos platos sencillos y caseros que no suelen fallar nunca. Aunque esto siempre dependerá del tipo de establecimiento que queramos ofrecer: uno más formal o, por el contrario, un ambiente más desenfadado.
Algunas de las ventajas de tener un restaurante monoproducto es que se necesita menos equipamiento y menos proveedores, la gestión de pedidos es más sencilla y la presentación del menú es más fácil. No obstante, para asegurarnos el éxito es importante que todo el equipo que trabaja en nuestro establecimiento conozca al detalle el producto. Además, deberemos tener en cuenta que tendremos que adaptarnos a la temporada del año, siempre y cuando el producto sea estacional. Otro punto fuerte es la promoción, puesto que al estar especializados en un alimento podemos potenciar al máximo la comunicación a través de nuestras campañas de marketing. Inclusopodemos ir más allá y ofrecer nuevas propuestas como son los maridajes o el ofrecer más información sobre la elaboración del producto, sugerencias que no se limiten a proporcionar un simple menú.
Especialización, mayor posibilidad de fidelización y menos inversión suelen ser las principales ventajas de este tipo de establecimientos.
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