La (mágica) idea de unir pasta y queso y gratinar la mezcla en el horno debió aparecer en muchos sitios a la vez, pero es uno de los platos más típicos de Estados Unidos
Son puro deleite sensorial. (iStock)
Aunque la pasta y el queso guardan una estrecha relación en el recetario italiano, el plato del que hablamos es una creación genuinamente anglosajona, uno de los ejemplos más curiosos de fusión culinaria de ida y vuelta. El'macaroni and cheese' es uno de los platos nacionales de Estados Unidos, popularizado ni más ni menos que por Thomas Jefferson.
El autor de la Declaración de Independencia conoció la pasta en París y el norte de Italia antes de convertirse en el tercer presidente de los Estados Unidos y se encargó de hacer llegar a la plantación de Monticello, donde residía, un cargamento de macarrones y parmesano. En 1802, siendo ya presidente, ofreció una primitiva versión de los macarrones con queso en una cena oficial. Y, desde entonces, el plato se popularizó en todo el recién estrenado país.
La receta, en cualquier caso, no es un invento genuino de Jefferson. La (mágica) idea de unir macarrones con queso y gratinar la mezcla en el horno debió aparecer en muchos sitios a la vez, aunque sí parece que los habitantes de las Islas Británicas se entusiasmaron especialmente con el asunto. Un plato parecido al 'macaroni and cheese' aparece ya en un famoso recetario medieval inglés, 'Forme of Cury', que fue escrito en el siglo XIV.
Lo que sí está claro es que el plato tal como lo conocemos fue un invento norteamericano y, aunque hoy es popular en toda la Commonwelth, es a Estados Unidos donde debemos mirar para encontrar las recetas más puristas.
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