Teriyaki, miel y mostaza, yogur y cardamomo o barbacoa. Con estas marinadas, suspirarás de placer carnívoro porque las costillas te van a quedar más jugosas que en el restaurante.
¿Solo te lanzas a las costillas de cerdo cuando sales a comer por ahí? Si crees que no merece la pena remangarse y hacerlas en casa, esta receta está hecha para ti. Corres el riesgo de convertirte en un sibarita de las costillas –sí, aún más– cuando descubras que te salen mucho mejor y más jugosas que las de ese restaurante tan pintón de tu barrio.
El secreto para conseguir unas costillas melosas que se despegan del hueso y te hacen suspirar de placer carnívoro, está en la cocción lenta y en tratar la carne con una marinada que le da sabor y aumenta su jugosidad. Para dar mecha a la cocción lenta no necesitas ningún equipo especial, simplemente un horno, algo de tiempo –que aprovecharás para hacer tus cosas mientras cocinas– y un temporizador, por ejemplo el de tu teléfono móvil.
Para que todos estemos contentos y tengamos varias posibilidades y recursos para epatar a los invitados –o autoepatarnos–, esta receta se va a salir de lo habitual ofreciendo un único procedimiento de elaboración y distintas fórmulas de marinadas para que puedas montarte un festival personalizado.
Qué necesitarás
Costillas de cerdo. Calcula 400 g por persona, tirando por lo bajo. Ten en cuenta que una buena parte de lo que compres es hueso y que, aunque lo vas a flipar chupándolos, de lo que se trata es de darle caña a la carne. No es necesario trocearlas, vamos a cocinarlas enteras: es como dan mejor resultado. Las marinadas están pensadas para 4 raciones aproximadamente.
En función de la textura de las marinadas utilizaremos dos métodos para dejarlas reposar: una bolsa de cocina con autocierre (para las más líquidas) o un recipiente y film plástico (para las más cremosas). Si unas bolsa, deja que salga la mayor cantidad posible de aire para que el adobo quede en contacto con la carne.
Para la cocción usaremos bolsas de hornear, que impiden que los líquidos se evaporen, manteniendo la jugosidad y el sabor de la carne.
Procedimiento
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https://elcomidista.elpais.com/elcomidista/2016/07/04/receta/1467613406_201487.html
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