Ya sea al mediodía o pasadas las 2 a.m. no es inusual encontrarse con una larga fila en COYO Taco. La taquería, que estrenó a inicios del año en Wynwood, satisface el hambre durante un día apresurado de trabajo al igual que los sobrecogedores antojos después de varios tragos. La propuesta es simple, diferentes muestras de la vasta comida mexicana, pero sus sabores no lo son.
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Ya sea al mediodía o pasadas las 2 a.m. no es inusual encontrarse con una larga fila en COYO Taco. La taquería, que estrenó a inicios del año en Wynwood, satisface el hambre durante un día apresurado de trabajo al igual que los sobrecogedores antojos después de varios tragos. La propuesta es simple, diferentes muestras de la vasta comida mexicana, pero sus sabores no lo son.
“En COYO presentamos una versión modernizada de la comida mexicana clásica, tratando de mantener la autenticidad de la comida con ingredientes de alta calidad. Adoptamos el concepto de la granja a la mesa para ofrecer productos frescos a un precio razonable”, explicó el chef Scott Linquist.
Las ofertas tratan de capturar la esencia de la comida mexicana con muestras de diferentes regiones. Representando a Yucatán están los tacos de cochinita pibil, los de pulpo son inspirados en Veracruz, los tacos al pastor son muy distintivos de Puebla y hay otros artículos que ponen a Oaxaca, Michoacán y el Golfo de México en el mapa de este menú.
Las ensaladas y acompañamientos incluyen quinua, un exquisito guacamole y esquite, una mazorca de maíz. Además de contar con carne Angus y pescado fresco, chef Scott insiste en hacer las tortillas a mano, porque está convencido de que el éxito y buen sabor de un taco está principalmente “en la masa que se use; he usado todas las máquinas habidas y por haber y ninguna da resultado”. Detrás de la cajera se puede observar a una fémina haciéndolas con dedicación, el autor de “Mod Mex” dice que han llegado a prensar hasta 2,000 tortillas en un día.
Y la pregunta más frecuente: ¿Qué hace un gringo cocinando comida mexicana? La mejor respuesta: “Es gracioso, si estuviera cocinando comida italiana nadie me haría esa pregunta. Siempre digo que soy gringo por fuera, pero mi corazón es mexicano. Crecí en Los Ángeles, en un área con una gran población mexicana. Conocí esta comida en casas de amigos, la frontera estaba cerca y con frecuencia vacacionaba en México con mi familia. Cuando fui a la escuela culinaria no era mi plan, pero me tocó un internado en un restaurante mexicano y ahí comenzó todo”, contó quien habla bien el español.
| El Nuevo Herald
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