El regreso y triunfo del ‘fast casual’
Fast Casual. Viva la comida rápida, pero buena. La inmediatez con calidad. Las hamburguesas elegantes. Los sándwiches gourmet. Los grandes chefs buscan el éxito en restaurantes de cadena sofisticados. Nueva York es la prueba del revival de este concepto gastronómico.
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Fue a finales de los noventa cuando a alguien con facilidad para etiquetar tendencias se le ocurrió lo de fast casual. Wikipedia dice que ese alguien fue Paul Barron, quien lo acuñó cuando creó en 1997 la web Fastcasual.com que aún funciona como la principal fuente de información de este tipo de tendencia gastronómica.
El fast casual había nacido entonces como respuesta al fast food y al fine dining y evolución del casual dining. Un perfecto híbrido que condensa todos los valores de los hábitos alimenticios de los estadounidenses medios, pero que ahora en este renacer que está viviendo se ha extendido a todas las clases sociales y cocineras. Los medios especializados americanos lo consideran la gran tendencia gastronómica lanzada en 2015 y que estallará en 2016, aunque se remiten a la aparición de Chipotle o de Shake Shack hace una década para explicar los orígenes de este boom de cadenas (o casi cadenas) de restaurantes de menú corto, sin servicio de mesa, rápidos y de buen precio en un local agradable.
Son, para simplificar, el peor enemigo de los McDonald’s y demás cadenas de comida rápida. Pero también un concepto que los diners, o restaurantes de barrio, miran con recelo. ¿Y cómo se diferencian de unos y otros? Por todo esto:
Pollos y vacas felices
La calidad lo es todo. Es su mayor baza frente a las cadenas de fast food. Sitios como Shake Shack, creado por Danny Meyer (el mismo detrás de Eleven Madison, uno de los restaurantes de lujo más famoso de Nueva York) o Fuku, de David Chang, aseguran que los pollos y vacas que sirven en forma de deliciosas hamburguesas han tenido una vida plena. Son casi siempre producto local y, por supuesto, orgánico.
La calidad lo es todo. Es su mayor baza frente a las cadenas de fast food. Sitios como Shake Shack, creado por Danny Meyer (el mismo detrás de Eleven Madison, uno de los restaurantes de lujo más famoso de Nueva York) o Fuku, de David Chang, aseguran que los pollos y vacas que sirven en forma de deliciosas hamburguesas han tenido una vida plena. Son casi siempre producto local y, por supuesto, orgánico.
Rapidez
Su ventaja frente a los restaurantes de casual dining. Entras, pides, te lo dan y te sientas o te lo llevas contigo. Pim, pam, pum. Así debería ser. El problema aparece cuando el sitio es tan popular que la cola para pedir es eterna. Es lo que sigue ocurriendo en horas punta en cualquier Shake Shack, el pan de cada día en Fuku o en Superiority Burger.
Su ventaja frente a los restaurantes de casual dining. Entras, pides, te lo dan y te sientas o te lo llevas contigo. Pim, pam, pum. Así debería ser. El problema aparece cuando el sitio es tan popular que la cola para pedir es eterna. Es lo que sigue ocurriendo en horas punta en cualquier Shake Shack, el pan de cada día en Fuku o en Superiority Burger.
Buen precio
En un sitio de fast casual no deberías pagar más de 20 dólares por el total de tu comida. Ya sean sándwiches, hamburguesas o un plato de pasta. Es parte del éxito. Y parte de lo complicado de la cuestión. Los grandes chefs quieren un trozo del pastel de esta tendencia en auge y deben dar con productos, platos o métodos que abaraten su cocina habitualmente cara o no al alcance de todos. David Chang lo consiguió con Fuku: el local en el que sólo sirve pollo frito en sándwich. Tan bien le fue que ya ha abierto una nueva sucursal en Nueva York: Fuku +. Y piensa seguir ampliando.
En un sitio de fast casual no deberías pagar más de 20 dólares por el total de tu comida. Ya sean sándwiches, hamburguesas o un plato de pasta. Es parte del éxito. Y parte de lo complicado de la cuestión. Los grandes chefs quieren un trozo del pastel de esta tendencia en auge y deben dar con productos, platos o métodos que abaraten su cocina habitualmente cara o no al alcance de todos. David Chang lo consiguió con Fuku: el local en el que sólo sirve pollo frito en sándwich. Tan bien le fue que ya ha abierto una nueva sucursal en Nueva York: Fuku +. Y piensa seguir ampliando.
Sencillez
Es el camino hacia el precio bajo y la rapidez.Menú corto, o no tanto, pero con un concepto clave. Si somos hamburguesas, somos hamburguesas. Y a partir de ahí los complementos, sus variedades. Pero siempre alargan el menú a partir del alimento estrella. Como Parm, el local de Major Food Group que abrió en 2011 su primer puesto en Mulberry centrándose en el sándwich italo-americano. De ahí han expandido hasta tener en sus sucursales de Upper West Side y Battery Park una carta que incluye platos de pasta.
Es el camino hacia el precio bajo y la rapidez.Menú corto, o no tanto, pero con un concepto clave. Si somos hamburguesas, somos hamburguesas. Y a partir de ahí los complementos, sus variedades. Pero siempre alargan el menú a partir del alimento estrella. Como Parm, el local de Major Food Group que abrió en 2011 su primer puesto en Mulberry centrándose en el sándwich italo-americano. De ahí han expandido hasta tener en sus sucursales de Upper West Side y Battery Park una carta que incluye platos de pasta.
Vegetarianismo
Es una de las patas principales del revival del fast casual. La idea de que comida rápida no signifique comida basura ha desembocado en la apuesta por las verduras y vegetales. El éxito de la hamburguesa vegetariana de Superiority Burgeren Nueva York así lo explica. Y también lo demuestra la incursión del chef José Andrés en este sector con su último local en Washington, Beefsteak, en el que ha invertido hasta Gwyneth Paltrow, dándonos más razones para creer en esta tendencia. A pesar del nombre, en Beefsteak sólo sirven vegetales hechos en el momento y servidos en bol.
Es una de las patas principales del revival del fast casual. La idea de que comida rápida no signifique comida basura ha desembocado en la apuesta por las verduras y vegetales. El éxito de la hamburguesa vegetariana de Superiority Burgeren Nueva York así lo explica. Y también lo demuestra la incursión del chef José Andrés en este sector con su último local en Washington, Beefsteak, en el que ha invertido hasta Gwyneth Paltrow, dándonos más razones para creer en esta tendencia. A pesar del nombre, en Beefsteak sólo sirven vegetales hechos en el momento y servidos en bol.
Daniel Humm y Will Guidara, los actuales dueños de Eleven Madison y el restaurante NoMad también abrirán este año en Nueva York un sitiofast casual vegetariano: Made Nice.
Elegancia
O cuquismo. O Instagram friendly. Como quieras llamarlo. Pero si el local en cuestión tiene estilo propio, un diseño bonito y funcional, un rincón agradable, unas sillas de colores. Algo. Lo que sea. Gana puntos. Es un punto importante para mantener esa distancia de las cadenas de comida rápida habitual.
O cuquismo. O Instagram friendly. Como quieras llamarlo. Pero si el local en cuestión tiene estilo propio, un diseño bonito y funcional, un rincón agradable, unas sillas de colores. Algo. Lo que sea. Gana puntos. Es un punto importante para mantener esa distancia de las cadenas de comida rápida habitual.
Los bols y el poké
Las últimas dos razones para entender este revival, como ya te contábamos hace unos meses en las tendencias foodies que lo petarían. El bol es el nuevo plato combinado. El utensilio perfecto para la fusión de sabores. La ración ideal para una comida rápida pero casual. Y muy pro-Instagram. Pues eso. Y, además, se ha aliado con la ultimísima tendencia: el poké. El pescado crudo, generalmente atún, cortado en trozos y macerado que viene desde Hawái. Ya hay tres restaurantes con aspiraciones de convertirse en cadena que únicamente sirven poké: Pokéworks y Wisefish Poké acaban de abrir en Nueva York; y Sweetfin, desde Santa Mónica en Los Ángeles mira muy fijamente a la Costa Este.
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