Piratas es un restaurante sin cocina, al menos a la vista. Me refiero a que los platos se preparan en otro lugar y que allí reciben el último toque. Cuando repasas la carta lo entiendes, porque la base de su selecta y breve oferta está compuesta por marinados, escabeches, fiambres y cocciones muy breves. Todo manejable desde una salamandra. De hecho, las herramientas con más volumen del local son un enorme cortafiambres de charcutería y el atril donde descansa el libro de reservas. (*)
*Negritas nuestras (Nota de la Redacción)
Piratas, una oferta singular
*Negritas nuestras (Nota de la Redacción)
Piratas, una oferta singular
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