Los efectos de la absenta han sido descritos por los artistas y algunos prohibicionistas como una sustancia alucinógena y como provocadora de estados de locura. Ambas descripciones son una postura exagerada de lo que se puede denominar «efecto secundario» acerca del estado en blanco provocado por un exceso en la ingesta de tuyonas, el resto de efectos es el mismo que el abuso provocado por cualquier ingesta de alcohol en fuertes dosis. Los artistas de finales del siglo XIX y principios del XX, tales como Wilde, Van Gogh, Baudelaire, Manet, Picasso, Degas, Hemingway, Álvares de Azevedo, entre otros, consumían absenta con el fin de inspirarse artísticamente para sus obras, ya que supuestamente inducía a la verborrea y la inspiración. En 1888 Van Gogh, ebrio de absenta, se cortó el lóbulo de la oreja y se la dio a una joven meretriz. El adusto realismo de L'Absinthe, tema popular entre artistas bohemios franceses, fue visto patológico por los críticos británicos, pero Picasso elevó