Aperitivos deliciosos y crujientes, ¿cómo los preparo?
Los aperitivos son una excelente carta de presentación a la hora de organizar cualquier cena o comida. Sirven para ir abriendo boca para los platos principales y para que los comensales se entretengan con algo de comer mientras conversan y se relacionan entre ellos.
A la hora de escoger la carta de aperitivos, lo habitual es optar por bocados ligeros, fáciles de preparar y de textura crujiente. Croquetas, langostinos en tempura o rebozados, piruletas o saquitos son algunas de los suculentos bocados que puedes encontrar en nuestro catálogo 2016-2017. En el post de hoy te enseñamos cómo sacarles el máximo provecho para vestir de aroma, sabor y textura cualquier celebración o evento especial. ¿Pasas hasta la cocina?
Cómo freír para conseguir que los aperitivos queden crujientes
El control de la temperatura del aceite es esencial para conseguir una textura crujiente, un color dorado y eliminar las roturas durante el proceso de freír, ya que los cambios bruscos pueden provocar grietas en el rebozado, deteriorando la textura del producto y la imagen del mismo. Lo ideal es calentar el aceite de la freidora o sartén a unos 175–180 °C. Una temperatura superior a 180º repercutirá negativamente en el sabor de los alimentos.
Asimismo, la cantidad de aceite deberá ser la suficiente para que el producto se sumerja totalmente durante el proceso. Es importante freír pocas unidades por tanda para no modificar bruscamente la temperatura del aceite y que no se peguen entre sí.
Una vez el alimento esté frito, nunca se debe tapar para evitar que quede blando y si queremos aprovechar el aceite usado lo debemos colar primero.
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