Mitos de la ciencia
El conocimiento es un proceso continuo. Lo que ayer tenía validez, hoy es probable que la ciencia lo rebata. Pero ¿cómo es posible que se perpetúen mitos hasta en la ciencia? ¿Por qué no se logran sustituir sin más viejos conocimientos por nuevos? Desde errores metodológicos hasta manipulación, todo es posible. Nuevos mitos surgen no solo a pesar de la ciencia, sino incluso gracias a ella.
Por ejemplo, la desintoxicación: un mito en pleno auge. La desintoxicación del cuerpo se basa en una concepción de médicos de comienzos del siglo XX. No obstante, los médicos modernos consideran que los tratamientos para eliminar las impurezas supuestamente acumuladas en el organismo es una tontería. ¿Por qué no logran los expertos investigadores destruir el mito de la desintoxicación que carece de toda base científica? La Dra. Lilian Krist, epidemióloga del hospital Charité de Berlín, manifiesta: «La gente quiere creer en algo. Hoy, las grandes promociones de dietas alimentarias y tendencias que marcan estilos de vida se han convertido para muchos en el sustituto de la religión.». Nuevos estudios suelen aportar más interrogantes que respuestas concluyentes. Los datos dan rienda suelta, por tanto, a la interpretación o incluso a malinterpretaciones intencionadas. Lo que sucede es que una información errónea almacenada alguna vez en nuestro cerebro difícilmente se borra. El psicólogo cognitivo Ullrich Ecker ha constatado en muchos experimentos realizados al respecto que en mitos ya instalados, en los que las personas creen desde generaciones, actúan grandes fuerzas inerciales. Hasta se puede identificar un efecto bumerán: cuánto más se intenta destruir un mito, tanto más firmemente se afianza en las personas.
Mitos de la ciencia | Todos los contenidos | DW | 20.10.2017
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